Cristal Índigo

Géneros Periodísticos y Fotoperiodismo Por: Ylse Benítez

UN MUNDO, UNA VOZ QUE NO CALLA: la joven que se atrevió a decir sus miedos sin ningún pudor


A los doce años de edad y con pocos ahorros, Severn Suzuki emprendió un viaje inolvidable a la cumbre de Eath Summit 1992, en Río de Janeiro organizado por la ONU.
Durante el evento, un grupo de jóvenes entre 12 y 13 años, participaron en la exposición de temas ambientales en donde Severn lideraba el grupo Organización Infantil del Medio Ambiente (ECO) creado cuando ella tenía tan solo 9 años de edad. Esta joven tuvo la oportunidad de exponerle al mundo sus inquietudes, miedos y enojos, lo que mantuvo en silencio a representantes de la ONU por más de seis minutos.


Algunas de sus magníficas frases son las siguientes:
-Somos un grupo de niños que tratamos de hacer la diferencia, hemos ahorrado para viajar 5 mil millas de distancia para hacer que ustedes los adultos, cambien su manera de actual.
- Yo no tengo ninguna agenda, soy tan solo una niña que lucha por su futuro, y les aseguro que perderlo no significa perder elecciones o acciones de la bolsa. Estoy aquí para hablar en nombre de las generaciones que están por venir y de aquellos pequeños que no han sido escuchados por sus llantos de hambre y pobreza alrededor del mundo. Estoy aquí por los animales y plantas que están muriendo.
- Estoy asustada por que nadie actúa ante los problemas del futuro, tengo miedo de tomar el sol por los grandes huecos de capa de ozono faltantes. Tengo miedo de respirar, por que no se que cantidad de químicos tóxicos se introducen en mi cuerpo. Solía ir de pesca con mi padre en un lago de Vancuver, hasta el día que encontramos un pez lleno de tumores de cáncer.
-Yo sueño con un mundo lleno de naturaleza, pero me pregunto si mis hijos podrán ver algo de ello. Pero de igual manera me pregunto ¿ustedes se preguntaron eso a mi edad?
-Se que no tengo la cura para resucitar a los bosques que se extinguieron o de los animales que dejaron de existir. Y se que tampoco ustedes tienen la respuesta y la cura ello. Pero es momento de dejar de destruir la naturaleza de manera inconsciente.
- Soy una niña que pertenece a una masa inmersa ante 30 millares de especies compartiendo el mismo aire, el mismo planeta. Y ningún gobierno podrá hacer algo para que cambie esto. Soy una niña, pero no estoy aquí sola. Éste problema nos implica a todos y como tal debemos de trabajar como uno solo para una misma meta.
-A pesar de mi enojo, no estoy ciega… A pesar de mi miedo no tengo miedo a decirle al mundo como me siento. En mi país despilfarramos dinero, productos y aun así los países del Norte no compartimos con los más necesitados. Increíble, a pesar de tener todo en exceso tenemos miedo a compartir. Y ¿por qué un niño que no tiene nada de dinero está dispuesto a compartir?
-Soy tan solo una niña… pero se que si todo ese dinero que fue gastado en guerras fuese utilizado para combatir la pobreza y los cambios ambientales, otro sería el rumbo de nuestra tierra.



Ante estas magníficas palabras, esta joven actualmente sigue luchando por el medio ambiente y por los niños del mundo. Tiene 30 años de edad y es egresada de la Universidad de Yale de la carrera de ecología y biología evolutiva. Y prosigue a compartirle al mundo parte de su misión en esta vida. Un ejemplo tan grandioso de mujer y de ser humano. Pocas personas se comprometen con su vida y su planeta, tratemos de compartir dichos sentimientos sin miedo al fracaso.

Fuente informativa:
Video de Youtube
http://www.youtube.com/watch?v=Egxanrjsv3s

1 comentarios:

Alma Karla 16 de abril de 2009, 12:41  

Qué bien. Hacen falta personajes así de inspiradores.

Sólo una pregunta, ¿de dónde tomó la información?

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