Estafas, tráfico = Adopción ilegal

La triste y cruda realidad de los desamparados es la perfecta trampa lucrativa que poseen los traficantes y tratantes de niños.
Actualmente las autoridades están "investigando" sobre las posibles rutas de una red de traficantes de niños y de adopciones ilegales que son dirigidas principalmente a Europa. Desafortunadamente éste tipo de actividades ha incrementado en los últimos 5 años. Las consecuencias de dichos actos provocan venta y explotación sexual de menores y en casos extremos tráfico de órganos.

A pesar de que éste tipo de temas no son ventilados por noticieros y autoridades, hoy la sociedad volteó hacia el lado oscuro de los procesos de adopción ilícita y la carencia de una ley que verdaderamente regule los procesos. Nuevamente nos podemos dar cuenta que la gente puede ser engañada de la manera más ruin posible a causa del dinero. Y que peor aún hay gente que está dispuesta a comprar una vida sin pensar en las consecuencias. Ejemplo de ello lo pudimos ver con el escándalo de la venta de niños por parte del Hospital Central de Oriente, en la ciudad de México. Donde los integrantes de la misma hacían creer a las pacientes que sus hijos habían muerto horas después de su nacimiento. Pero la razón principal era la venta de recién nacidos a cambio de dinero.

Las autoridades no se preocupan de las desapariciones de niños que provienen de familias pobres. Y la indiferencia del gobierno crea una mayor inseguridad en hospitales, clínicas, escuelas, etc. El problema se agravia al extenderse hacia conexiones internacionales dedicadas a éste ilícito. Solamente el año pasado el parlamento Europeo registró la detención de 5 bandas que se dedicaban a la explotación sexual de niños originarios principalmente de Centroamérica y Asia. Pero el problema sólo se denunció sin ser cuestionado bajo el ojo de los medios de comunicación. La causa, involucrados del gobierno europeo en el problema.

Ante este entorno podrido y obsceno la sociedad civil debe de estar consciente del cuidado hacia los niños. Ya que la vida de alguien, y menos la de un menor, no es razón de lucro y de injuria. Es momento de exigir al gobierno leyes que regules las adopciones, los derechos de los menores, el cuidado y la vigilancia de casas hogares. Pero lo más importante es momento de integrar una cultura que promulgue la prevención de embarazos no deseados y que ayude a conseguir un hogar digno a niños de la calle. Éste como otros problemas que aquejan, a este Estado fallido, no sólo es responsabilidad del gobierno, sino también de la sociedad a la que le falta crecer bajo un criterio ético.